
Las barbacoas de carbón son muy populares. Mucha gente disfruta de su ritual de encendido, sin prisas, que forma parte del momento especial de la reunión con amigos. No son barbacoas para usar a diario, para eso son más indicadas las barbacoas de gas, con un encendido más rápido y más fáciles de limpiar. Pero el encanto de una barbacoa de gas o de leña no contempla la eficacia del gas.
Ventajas del carbón sobre la madera
El poder calorífico del carbón es mayor que el de la madera, por por eso es mejor si tu barbacoa es grande, y dicen los expertos que el sabor de lacran es mejor si se usa carbón.
El tiempo que dura encendido es mayor que el de la madera porque ésta se consume más rápido.
Si tienes que comprarlo, el carbón se más barato, a menos que tengas tu propia madera en casa, es mejor recurrir al carbón.
Cómo elegir un buen carbón para comprar.
Hablamos de carbón vegetal, porque el mineral, extraído directamente del suelo, ya sólo se usa en maquinarias industriales y tiene un alto grado de contaminación.
Una pista para elegir un buen carbón es fijarte en el peso. El bueno pesa más y será un poco más caro. A cambio el sabor que consigas será mucho mejor, alcanzará un poder calorífico mucho mayor, durará más tiempo encendido, por eso aunque sea en principio más caro, acabará siendo más barato.
Los carbones más utilizados son los de cáscara de coco o el carbón de cabracho. Pregunta a los profesionales por un carbón que genere poco humo.
Cómo encender el fuego de una barbacoa.
Lo primero que debes saber es que no hay que usar pastillas ni líquidos inflamables. Hay otros sistemas estupendos que nos ayudan a encender fuego de forma sencilla, sin humos y sin poner nuestra salud en peligro. Hablaremos en otra ocasión de los portabrasas y encendedores eléctricos.
El encendido es distinto si se usa carbón o si se hace con leña porque la madera tarda mucho más en convertirse en brasas.
Coloca astillas, una bola de papel, pinocha de pino o ramitas secas. Cuando tengas una buena llama incorpora el carbón vegetal o la leña poco a poco. En las barbacoas cerradas hay que abrir la rejilla de ventilación porque es esencial que no falte el oxígeno.
Ya sabes, nada de pastillas ni líquidos inflamables. Si el aporte de oxígeno es suficiente, la combustión generará menos humo.
Después de media hora o un ratito más si es que cargaste mucho de combustible, las brasas deberían estar en su punto, con una película blanca de ceniza muy fina. Ese es el momento en el que ya puedes empezar a cocinar. Hay quien hace antes una última prueba: poner la mano abierta a menos de un palmo de las brasas y comprobar que puede aguantar el calor durante cinco segundos.
Cuando añadas la carne, el pescado o las verduras que vayas a cocinar, recuerda que es mucho mejor que no des vueltas a de una lado y otro, es mejor que dejes que se cocine del todo por un lado y que des una única vuelta